Nació en Buenos Aires (1897 – 1974).
Tessandori eligió un lugar inigualable para la creación al pie de las Sierras Grandes La Población, provincia de Córdoba, Argentina. Exaltó por medio del género costumbrista, el paisaje, su gente, los animales, creando un universo personal, inédito.
Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes. En los últimos años de la década del 30 se despojó de la influencia de sus dos grandes maestros Fernando Fader y Cesáreo B. de Quirós. Sus obras de cuño figurativo recalan en un naturalismo exacerbado, cuya búsqueda está dirigida a plasmar el alma del paisaje serrano.
Transita por el impresionismo: Tala y posteriormente acentúa su poder de síntesis hasta llegar a signos que, nos remiten a los poscubistas por ejemplo Amor toruno y Siesta que son testimonio de un profundo valor iconográfico.
Reconocido en la historia y la crítica de arte como el más relevante animalista argentino, les confiere a los animales serranos: vacas, cabras, caballos, chivos y burros gran soltura dibujística.
Consubstanciado con la región, expresa en su poética un amplio contenido social.
Representa al trabajador de campo en sus múltiples faenas: Tarea de campo. Incorpora la vegetación autóctona, la luz cambiante, las sierras estereotipadas, la arquitectura religiosa: Iglesia de San Luis del siglo XVIII, al espacio circundante. De este modo se adentra en una exploración de tangible sensibilidad, convirtiéndose en uno de los más destacados artistas argentinos y el mayor exponente del oeste cordobés.
El repertorio iconográfico refleja la respuesta emocional del artista frente a los escenarios naturales, plasma al óleo de una manera imponente hasta retórica, pasa naturalmente de las grandes dimensiones con figuras monumentales que recuerda a la estética mural, al pequeño formato. La serie de dibujos ejecutados en lápiz, carbonilla, sepia y tinta nos muestra un riguroso tratamiento espacial llegando a un dominio lineal notable: Caballos con montura.
Utilizando arcilla de la zona modeló objetos cerámicos. Coherente con la temática pictórica y el dibujo sólido los trasladó al relieve, obteniendo piezas de formas originales: Burros.
Tessandori es un paradigma del arte argentino, nos ha legado una vasta producción, rica, única. Logra combinar la armonía y el sentimiento e interpreta los momentos efímeros de la vida con magistral poesía.
La trayectoria del artista registra las más altas distinciones nacionales e internacionales. Sus obras se hallan en los principales Museos y colecciones del país y del exterior.
Realizó numerosas muestras individuales y colectivas junto a sus grandes amigos: Spilimbergo, Quinquela Martín, Berni, Castagnino, Figari. Los historiadores y críticos del Arte Argentino le han dedicado un espacio a su vida y obra.