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28 de noviembre, 2017

Mariano Pagés. Un mundo en armonía

Mariano Pagés (1922-2009) es una figura central en la historia de la moderna escultura figurativa del siglo veinte.

En su obra, la figura humana fue una constante, a través de una amplia gama de materiales, como la piedra, la madera, la cerámica y el bronce. Maestro en todas las técnicas, especialmente en la talla directa, el artista manejó con solvencia distintas escalas,  desde una pequeña escultura,  hasta grandes murales y monumentos.

Luego de formarse en la Universidad Nacional de Cuyo y continuar su trabajo en Buenos Aires, obtuvo en 1960 una beca del Fondo Nacional de las Artes que le permitió ampliar sus conocimientos y perfeccionarse en Europa. Allí conoció las grandes obras escultóricas de todos los tiempos. De ellas se sentía heredero cuando señalaba: “Al comenzar mi trabajo pienso en todo lo visto en tanto lugares visitados, granitos rojizos de Assuan, negros de la Mesopotamia, alabastros egipcios, mármoles pentélicos griegos, blancos estuarios romanos, areniscas policromadas o no del Románico, piedras finamente talladas en el Gótico, espléndidos matices en mármoles del renacimiento. No se puede tener oficio relevante ignorando dos mil años pasados de trabajos llevados con tanta dignidad artesanal. No pienso si soy o no moderno, quiero tener buena memoria, quiero sentirme continuador emparentado con ese inmenso legado”.[1]

En sus obras, ya sean figuras, torsos o cabezas, Pagés ordena los volúmenes con una línea simple, depurada y curva, que fluye conservando a la vez rasgos del clasicismo y de la síntesis modernista. Gracia, musicalidad y cierta dosis de nostalgia son características que tipifican sus lánguidas y elegantes figuras. Gran valorador del oficio, el artista considera que logra la mejor expresión cuando el material inspira el tema. Un diálogo entre la materia y el espíritu que lo sitúa en una visión neorromántica, comparable a la del pintor Raúl Soldi. Sus niños, maternidades, mujeres y enamorados –temas recurrentes en su producción- son apropiados a las formas que exige el material. Es en la unión entre forma y materia donde Pagés siente expresar “esas cosas de la vida que nos conmueven”. [2]

Verónica Tejeiro

 

[1](Mariano Pagés, en Pagés. Esculturas, estudio crítico de Rafael Squirru, Buenos Aires, 1987: p. 14).

[2](Mariano Pagés, en Pagés. Esculturas, estudio crítico de Rafael Squirru, Buenos Aires, 1987: p. 14).